lo hizo GABO en su obra Crónicas de una muerte anunciada. No
podía ser de otra manera porque así son las cosas de este mundo y
de igual manera sucedió en el Siglo pasado con la última Pandemia.
Marzo 2020, mes y año que trajo el olor a alcanfor y lágrimas a los
rostros lánguidos de nuestra gente y entre ellos, los que han sido
bendecido con un Don especial: Los músicos y artistas.
Llego Marzo y “sazz..” se fue la luz, el esplendor, la belleza, la paz,
todo cambio de la noche a la mañana. Los primeros días todo era
igual, el día, la noche, la tarde, el amanecer, perdimos el sentido del
tiempo, se nos afectó la capacidad de conciliar el sueño y
aumentaba la ansiedad, la preocupación y lo que los psicólogos
llaman peyorativamente el “estrés” . El encierro, la regulación de
salidas y el aumento de contagios, muertes y la falta de recursos
cubrió como una nube negra que anuncia la tormenta atroz,
nuestras vidas, nuestro presente y futuro.
Los trabajadores del arte del país, pertenecen al primer anillo de
afectación por la Pandemia, ya que se ordenó el cierre de
establecimientos, actividades artísticas y musicales, tanto
nacionales como internacionales y su reapertura está prevista para
el primer trimestre del año 2021 dependiendo del comportamiento
de la Pandemia. Los gremios de lo que calificamos como
SINDICALISMO CULTURAL, se vieron de repente en una situación
de impotencia para enfrentar los embates de un Virus despiadado y
desleal, porque golpea, hace daño y se esconde, para volver a
atacar.
En estas condiciones, es un hecho irrefutable; la música y los
Músicos, no perecerán en manos del mortal virus. Se saldrá
adelante, porque esas manifestaciones excelsas de la gloria, no la
podrán apagar ninguna Pandemia y al final el espíritu sale
fortalecido para ver el Alba Florecer y encontrarnos en el gran
concierto de la paz y de la vida. Hermanos músicos, a la vez que le
rendimos tributo a los que nunca debieron partir, tomemos la
bandera y marchemos encabezando el paso marcial y solemne
hacia la victoria de la humanidad, sobre un VIRUS SIN CORONA, ya
que mientras haya una musa, mientras haya una nota musical que
combinar y unos acordes que ejecutar, habrá vida, habrá
esperanza, habrá ilusión. Resistimos y vencimos .
Músicos, no perecerán en manos del mortal virus. Se saldrá
adelante, porque esas manifestaciones excelsas de la gloria, no la
podrán apagar ninguna Pandemia y al final el espíritu sale
fortalecido para ver el Alba Florecer y encontrarnos en el gran
concierto de la paz y de la vida. Hermanos músicos, a la vez que le
rendimos tributo a los que nunca debieron partir, tomemos la
bandera y marchemos encabezando el paso marcial y solemne
hacia la victoria de la humanidad, sobre un VIRUS SIN CORONA, ya
que mientras haya una musa, mientras haya una nota musical que
combinar y unos acordes que ejecutar, habrá vida, habrá
esperanza, habrá ilusión. Resistimos y vencimos .
